domingo, 10 de mayo de 2009

El Paciente Inglés ( The English Patient ) ( 1996 )



Producción britaica dirigida por Anthony Minghella

En los años de la Segunda Guerra Mundial, un inglés sobrevive milagrosamente a un accidente aéreo. Aparentemente amnésico, con el rostro desfigurado, el conde Laszlo de Almassy recuerda su apasionada relación amorosa, en el desierto egipcio, con Katherine Clifton. Ella es la esposa de uno de los hombres que le ayudan a trazar mapas para la Sociedad Geográfica Británica.

Adaptación de una novela de Michael Ondaatje, ganadora del Booker Prize. Logró doce nominaciones al Oscar, de los que materializó nueve, incluido el de mejor película. Los entusiastas han elevado la película a la altura de Casablanca, la quintaesencia del cine romántico. Más dura será la caída, pues El paciente inglés no es la maravillosa historia de amor que algunos pretenden. Consiste, en todo caso, en el hábil relato de una pasión amorosa, teñida de fatalismo, a la que Almassy es incapaz de poner freno, y donde los intentos de Katherine por detenerla apenas son apuntados. Al marido engañado, tercer vértice del triángulo amoroso sobre el que pivota el film, apenas se le dedican unas tenues pinceladas. La habilidad está en la estructura del guión -Anthony Minghella elabora muy bien el entramado de flash-backs-, en el apoyo de la hermosa fotografía del desierto -debida a John Seale- y de los demás departamentos artísticos. Los actores están muy bien seleccionados y encarnan muy bien sus personajes, ya sean principales o secundarios.

Donde debería amor, apenas hay otra cosa que egoísmo. Se puede entender que Almassy se enamore de una mujer casada, pero la ausencia de principios al enfocar la atracción, la disposición a sacrificar todo -la lealtad a la patria, la amistad, la propia vida mediante el suicidio o la eutanasia- en aras a ese supuesto amor, lastran al film privándolo de su teórica razón de ser: mostar un amor que va más allá de la muerte. Hay momentos emotivos -el amor entre la enfermera Hana y el militar hindú Kip propicia la hermosa escena de la contemplación de los frescos de una iglesia-, pero la película se resiente de su larga duración y de su planteamiento amoral de fondo.

Mi puntuacin: 6 de 10


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